domingo, 26 de diciembre de 2010

ELLING - Cine sobre Autismo

ELLING... MI AMIGO Y YO
(Elling)

Noruega, 2001


Dirigida por Petter Naess, con Per Christian Ellefsen, Sven Nordin, Per Christensen, Marit Pia Jacobsen, Jorgen Langhelle, Hilde Olausson.



Los criterios de estreno de las distribuidoras en Argentina siguen siendo un arcano. Dedicadas a presentar un 85 % de películas estadounidenses, no eligen el 15 % restante en función de la calidad cinematográfica, los nombres de actores o directores involucrados, sino de caprichosas razones comerciales. Tal vez el estreno (con tres años de demora) del film noruego Elling se deba a su nominación al Oscar como Mejor Película Extranjera. No lo sé, no estoy segura. Tampoco estoy segura de que mereciera esa nominación, aunque ya sabemos que los premios de la Academia poco tienen que ver con los méritos artísticos y mucho con el éxito comercial.

Elling es una enésima película dedicada a rescatar y valorar la figura de los discapacitados, en este caso mental y socialmente hablando. Una comedia que encara de manera amable la recuperación o superación de casos marginales que en una sociedad como la nuestra suelen quedar por siempre en ese mismo lugar: al margen.

Elling es un hombre que ha vivido 40 años encerrado junto a su mamá sobreprotectora, quien le solucionaba su vida cotidiana. Muerta la madre, el Estado noruego lo interna en un psiquiátrico durante unos años hasta que, si bien no se ha convertido en una persona “normal”, puede iniciar su inserción en la sociedad.

Kjell Bjarne (Elling siempre llama a la gente por su nombre y apellido) es un gigante vikingo algo lento e insociable, obsesionado por la comida y el sexo, si bien nunca ha podido vincularse a una mujer. Elling y él han compartido la habitación en el sanatorio y ahora vivirán juntos en un departamento que el servicio social les asigna para su rehabilitación. El problema es que Elling (quien, dicho sea de paso, también es un pequeño tirano) entra en pánico ante la sola idea de cruzar una calle, no puede ir al supermercado a hacer las compras, y actividades como hablar por teléfono, cocinar o ir a un restaurante le resultan empresas imposibles.

El desarrollo es absolutamente previsible y (desde que conocemos la calidad del admirable servicio social noruego) de lo más edulcorado. Las enfermedades mentales en el cine constituyen casi un subgénero, y han sido abordadas desde distintas e innumerables perspectivas. Esta comedia (originalmente novela, después obra de teatro y por fin película) llena de buenas intenciones sobre una pareja despareja y complementaria rebosa de momentos de simpatía y comprensión hacia ellos, pero el tratamiento del tema es sumamente blando y superficial, acentuado por una música sensiblera que no ayuda a una aproximación cabal, realista, a los problemas que plantea.

Detrás de la pareja protagónica aparecen otros personajes (un asistente social implacable que les exige valerse por sí mismos, un amigo intelectual que los valora, la mujer que los acompaña en el proceso de socialización) que apenas están esbozados y merecían un desarrollo más elaborado. Los que sostienen el film –o aquello que en el film se sostiene– son dos estupendos actores: Per Christian Ellefsen y Sven Nordin (Elling y el vikingo, respectivamente), que vienen de representar la obra en el teatro durante mucho tiempo.

Elling tiene todos los ingredientes necesarios para que los yanquis emprendan su remake. Y ya la encara Kevin Spacey.

No hay comentarios:

Publicar un comentario