Es la biografía del pintor surrealista Oscar Domínguez, un espíritu revolucionario, genial y creativo en todos los ámbitos que se codeó con André Bretón, Picasso o Paul Eluard. Bohemio, mujeriego y más concienciado que el líder del movimiento, Domínguez disfrutó unos años de una buena vida hasta que la enfermedad comenzó a estropeársela. El film conjuga esta historia real con la narración de otra vida que llega a su fin. A Ana le quedan pocos meses de vida cuando unos representantes de un museo llegan a su casa interesados por un cuadro de Domínguez que el artista le podría haber regalado a su abuelo.
En paralelo con la historia de Ana, se narra la biografía de Domínguez, que vivió en París, huyó de la Guerra Civil y sobrevivió a la invasión nazi de Francia, y la relación sentimental del pintor con Roma, una pianista polaca fusilada por los nazis durante la ocupación de París.
Óscar: una pasión surrealista
Dirección: Lucas Fernández.
2008. España, Francia y EEUU. 97 min.
Guión: Lucas Fernández y Eduardo del Llano.
Producción: Lucas Fernández.
Música: Diego Navarro.
Fotografía: Rafael Bolaños.
Montaje: Eddy Cardellach.
Dirección artística: Carlos Bodelón.
Interpretación: Joaquim de Almeida (Óscar Domínguez), Victoria Abril (Ana), Emma Suárez (Eva), Jorge Perugorría (Román), Paola Bontempi (Roma), Toni Cantó (Estrada), Caco Senante (Montero), Jack Taylor (John Marlow), José Luis de Madariaga (Manuel Piedrahita), Yanely Hernández (Maud Bonneaud), Kira Miró (Mylene).
| Óscar Domínguez (Extractos de Wikipedia, la enciclopedia libre) (La Laguna, Tenerife, 3 de enero de 1906- París, 31 de diciembre de 1957). Fue un pintor surrealista español perteneciente a la Generación del 27. Inventó la decalcomanía. Es considerado como uno de los mayores exponentes mundiales de la vanguardia histórica española que se gestó en París durante las primeras décadas del siglo XX. Junto a su nombre suelen figurar el de artistas de la talla de Picasso, Miró o Dalí. Versátil y polifacético, es uno de los artistas más atractivos e innovadores del panorama de la pintura internacional del siglo XX. En general, las figuras y objetos que componen sus obras surrealistas contienen referencias mágicas, mecanicistas y sexuales, situándose muchas de ellas en el paisaje canario a pesar de residir la mayor parte de su vida en París. La decalcomanía, o calcomanía, que inventó y desarrolló, es una técnica que consiste en introducir gouache negro líquido entre dos hojas de papel presionándolas de un modo no controlado. Este procedimiento tuvo una magnífica aceptación entre los surrealistas que lo adoptaron rápidamente e influyó posteriormente en la pintura expresionista abstracta. Aportó también al movimiento surrealista la teoría de la petrificación, creada junto a Junto a Ernesto Sábato, en la que introduce en sus composiciones formas cristalizadas y estructuras de redes angulosas (hay petrificaciones de ese estilo en los cuadros de René Magritte). Algunos de sus cuadros son, Retrato de Roma, El piano o Paisaje de Canarias o Máquina de coser electrosexual. La iconografía de sus cuadros alude frecuentemente a volcanes, grutas y la vegetación típica de las islas; también hay latas de conserva, imperdibles, revólveres, flechas, leones y toros que forman parte de sus objetos surreales. 1934, se incorporó al círculo de André Bretón y se sumergió por completo en el surrealismo de sus maestros: Salvador Dalí, Max Ernst, Yves Tanguy, el rumano Víctor Brauner, el chileno Roberto Matta o Picasso. Posteriormente rompió con el Surrealismo y con André Bretón, fuertemente influido por la obra de Picasso. Vivió los últimos años de su vida preso de la locura tras sufrir elefantiasis. La Nochevieja de 1957 se suicidó en París. |
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